jueves, 22 de agosto de 2013

El síndrome postvacacional

¿Nerviosismo, tristeza, ansiedad, depresión? Se acabaron las vacaciones y volvemos a oír hablar de la depresión postvacacional. Tras el artículo sobre personas tóxicas y cómo identificarlas, hoy la psicóloga Dolors Masnos habla sobre el síndrome postvacacional, tan en boga en estas fechas, y nos ofrece algunas pautas para superarlo.
Aproximadamente, el 35% de los trabajadores de entre 35 y 40 años, a la vuelta de vacaciones sienten una incapacidad de adaptación al trabajo lo cual conlleva síntomas tanto físicos como psicológicos.
El síndrome postvacacional es una entidad a la que se le está dando cada vez una mayor importancia aunqueno está aceptada como enfermedad en las principales clasificaciones internacionales. Hace unos años no estaba tipificado lo cual se puede deber a que o no se diagnosticaba o no existía. Si esto último es lo cierto, se está ante un proceso que se ha generado en los últimos tiempos y ,por lo tanto, en cierta forma fruto de la vida moderna.
Es un proceso de adaptación necesario cuando se entra de nuevo en contacto con la vida activa. Cuando ese proceso de adaptación fracasa, se generan una serie de síntomas psicofisiológicos que afectan al bienestar físico, emocional, social.

¿Cuáles son los síntomas del síndrome postvacacional?

Los síntomas físicos más comunes son: taquicardias, mareos, sensación de ahogo, dolores abdominales y musculares mientras que entre los síntomas psíquicos, se hallan; irritabilidad, tristeza, falta de concentración, anergia, desmotivación, apatía, cansancio, fatiga, insomnio, ansiedad… que, simplemente, indican una reacción de rechazo al afrontamiento del trabajo.Todo ello es difícil de encuadrar por lo que se le denomina estrés postvacional o, simplemente, síndrome postvacacional.
Pero, ¿cuáles son los mecanismos de producción de este síndrome? El desajuste horario es la principal causa, a la cual deberíamos añadir el cambio del ritmo diario, en las comidas y, especialmente, en nuestro patrón de actividad social.Por tanto, la vuelta significa retornar a un entorno donde las expectativas, las demandas y las exigencias sobre nosotros hacen cambiar bruscamente nuestro ritmo y nuestros hábitos de las últimas semanas.
Debemos considerar como variable importante la percepción subjetiva de cada persona sobre la vuelta al trabajo ya que dicha impresión puede ser positiva o negativa; es decir, hay quién se alegra y quién no…También debemos tener en cuenta que, con la coyuntura económica catual, no todos van a sufrir el estrés postvacacional, simplemente, porque la mayoría no han realizado lo que antes se entendía como unas vacaciones al uso o, si lo han hecho, no todos van a tener un trabajo para volver, desgraciadamente…

Cómo superar el estrés o depresión postvacacional

Teniendo en cuenta a aquellos que vayan a sufrir estrés o síndrome postvacional, estas son algunas pautas para retomar el ritmo laboral, social y personal de forma saludable… y sin estrés:
  • Aclimatarse a la vuelta de forma pausada y ordenada;por ello, es importante  no esperar  al último día para volver sino que es  mejor regresar dos o tres días antes de empezar a trabajar, para que este constituya el período de adaptación
  • La vuelta al trabajo es reencontrarse con las relaciones que dejamos a la ida y, para ello, es mejor hablar con los compañeros, cara a cara,  que usando las TIC.De la misma manera,  huya de la idea de que las vacaciones son un placer y el trabajo, un sufrimiento ( piensa que eres afortunado; ¡tienea un trabajo!)
  • Toma una dieta equilibrada; disminuya el consumo de alcohol, café, picantes, y abandone el  uso de “comida basura” que sólo le aumentará los niveles de colesterol
  • Es fundamental guardar un tiempo de ocio durante los primeros días; tiempo para estar con la familia o los amigos, para hacer deporte o alguna actividad que le interese. Así, la ruptura no será tan brusca. Incluso, es una buena idea empezar con una jornada reducida durante la primera semana, si se lo permiten.
  • Evitar una motivación personal excesivamente centrada en las vacaciones. No se puede estar deseando las vacaciones durante una mitad del año y lamentarse de que se hayan acabado durante la otra mitad. Para ello, es conveniente mantener determinadas aficiones. Puede haber aficiones que se hayan iniciado durante las vacaciones, que sea recomendable mantener a lo largo del año.
  • Disfruta de lo que te traerá el nuevo “curso”; quizás un  proyecto nuevo, una nueva ilusión… intente reilusionarse, mirar en tu interior y reorganizar tu vida, aprovechando al máximo el presente,  toma conciencia del aquí y ahora.
  • Concéntrate en los aspectos positivos; no pienses sólo en lo bien que lo has pasado de vacaciones (a no ser que seas un adicto al trabajo y te hayas llevado de vacaciones el portátil, el móvil, la tablet para poder seguir trabajando junto la piscina, el mar o la montaña) y el mal tiempo que hace a su vuelta. Mira alrededor, seguro que tu trabajo tiene aspectos que te proporcionan altas dosis de satisfacción; disfrútalos. Hay un momento para cada cosa y cada cosa tiene su tiempo.
  • Usa técnicas de relajación (son, especialmente, beneficiosas las técnicas de relajación de Jacobson guiadas por un terapeuta), utilice masaje shiatsu o practique yoga.
Si los síntomas tienen una duración superior a dos semanas o se agudizan, no dude en consultar a un especialista porque quizás estamos hablando de un estrés psicosocial que debe ser tratado.
También, pueden sufrir estrés postvacional las amas de casa y los niños en edad escolar. Es importante que los niños entiendan que ir al colegio no lo deben interpretar como un castigo sino que es su “trabajo” igual que papá y mamá van a sus respectivos trabajos y las consecuencias positivas y negativas de ir o no al colegio.
Fuente: Siquia