Recordando a Ana

Ana Victoria Serrano, compañera de la Asociación de Mujeres Caleidoscopio y del grupo de Autoestima, asertividad, y crecimiento personal ha fallecido en el hospital de Móstoles el sábado día Veintiséis de Enero de Dos mil ocho, a las nueve de la noche.
He sentido mucho su muerte, como sentí mucho su vida. Lamenté su dolor, intenté acompañarla en la búsqueda de respuestas para su llanto, mientras ella desgranaba la margarita de sus días y sus noches.
Ana no encontró alivio a su soledad; no halló el modo de mitigar la ausencia de lo que nunca había tenido. No podía encontrar lo jamás perdido...
No se ha ido sola, ella es importante. Siempre seguirá viva porque está en nosotras. Tu grupo de terapia como nos identificabamos, las GTX2... ha estado siempre a tu lado, junto a ti, pegadas a tu cama. Todas me habeis mostrado lo mejor de las mujeres que sois.
Ana eres parte de mi vida y lo seguirás siendo, porque atesoro cada existencia pasada, presente y futura. Soy porque sois, habéis sido y seréis... y porque desde que entráis en mi vida os quedáis en ella para siempre.
Cosas que Ana escribió

Otro año empieza

Pero no es otro año... este año trae novedades para nosotros. Hemos reflexionado juntos... (en realidad todo lo hacemos juntos) y hemos reconocido que todo lo nuestro, está en nuestra casa.
Nuestra casa puede estar en cualquier lugar donde nosotros estemos, porque nuestra casa somos nosotros y nuestros amores.
Amamos el mar, amamos la montaña, amamos nuestro pasado, amamos a nuestros padres (que murieron), a nuestras madres (que viven). Amamos a nuestros hermanos, a sus hijas... nuestra ciudad aunque siga sangrando... pero la amamos.
No somos de Madrid, no dejamos mas que recuerdos, amigos y pasado (que ya he dicho antes que tambien amamos)
Se que va a doler la partida... se que extrañaré cosas, pero se que no soy de aquí, soy de otro lugar, pertenezco a Donosti, y sobre todo pertenezco a los míos. Aquí dejaré otros amores, sobre todo dejo mujeres estupendas a las que he amado y amaré hasta que muera... y de las que espero una felicitación cada año...
Llegué a Madrid por un amor erroneo, pero Madrid me ha dado muchos amores estupendos.
Traje a mi amor a Madrid, pero no podemos seguir. Madrid es adorable, pero nunca me ha protegido y Donosti siempre lo hizo.
Siento en ocasiones que soy de varios lugares, en mi corazón siempre estará Madrid y sus habitantes...
No hay nada mas bonito que los cielos de Madrid...
Cuando llegué a esta ciudad, y subía desde Plaza de España hacia Callao, siempre sentía que al llegar arriba iba a ver el mar... nunca sucedió. Siempre había coches y mas coches... al final me acostumbre.