Estoy en época de cambios. He cambiado de trabajo, he cambiado de asociación como psicóloga, he cambiado de planes, he cambiado de grupo de estudio en la especialidad... y sigo siendo la misma en mi corazón y en el mundo de mis afectos, pero amando mas, perdonando mas a los otros y sobre todo a mi misma. Solo noto los años en la paz que siento y en el cuerpo que cada día se revela más, va mas a su bola. Una lo va notando en el peso, en la piel, en los huesos... Y lo noto en las ausencias, cada día son mas intensas, cada año son mas dolorosas, cada vez aumentan. Y por las presencias: a cada momento percibes que deseas la presencia de seres amados a tu lado. Ser amado no es al que quieres, no solo es tu familia, no es al que amas exclusivamente. Ser humano es quien te trasmite y te hace sentir, quien te devuelve al ser que tu eres, quien te acompaña un tramo del camino, quien te da un trozo de su presente, quien confía en tí aunque solo sea un momento, quien te hace reir y ríe contigo, quien te da su rato y su palabra, quien te dedica un espacio en su ahora, quien se entrega un instante, quien pasea a tu lado, quien te sonríe...
Cambios continuos, cambios permanentes, cambios...
Me gusta lo que has escrito. No dejes de hacerlo. Gracias por seguir delirando, delirante.
ResponderEliminarA mi también me gusta leerte, como al anónimo. Tienes razón. A medida que cumplo años aprecio más el amor a mi alrededor, y soy más capaz de querer a los demás.
ResponderEliminarUn beso, Deli
Se me olvidaba. Zorionak por Maritxu. Seguro que has disfrutado con el parto, aunque hayas sufrido un poquito también. Yo casi lloré de emoción en el primer parto que vi, cuando era alumna de enfermería, y también cuando nació mi niña tan bonita, hace 29 añitos, ya. Es una experiencia preciosa ver nacer a alguien.
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