Hace un precioso día de invierno. Mi corazón agradece los recuerdos y se alegra. Estos días me dedico a mi y a quienes quiero. Me gusta porque me hace feliz y me alimenta.
Después de unos días "mareantes" sin causa que lo justifique, esto es relajante: escribir, leer y meditar. ¿Hay mayor fortuna que poderle dedicar unos días a estas tareas?... No es una pregunta, lo afirmo.
El sábado me voy a casa... ¡que gozada! Los mios, los nuestros me esperan... nos esperan. Es una pena que la sociedad esté cerrada y los bogavantes tengan que esperar...
Desde aquí quiero desearos lo mejor para cada uno de vuestros días, el primero del año... y el último. Lo mejor es lo que nos haga mejores. Somos seres humanos en crecimiento, a veces el crecimiento llega con fiebre... Pero siempre trae afecto. Todo el mio para ti...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja tu mensaje con libertad y respeto